El grafftti es una forma de expresión poco entendida y muchas veces poco apreciada. Comprender este fenómeno cultural es importante para saber cómo controlar las pintas, ahora tipificadas como delito en el código penal bajo el nombre de contaminación visual. Lejos de verdades jurídicas, la realidad es que en México las oportunidades de los jóvenes para expresarse son casi nulas. Hace aproximadamente tres años comenzó un proyecto, por parte del gobierno del Distrito Federal, para brindar a los graffiteros espacios para pintar. Sin embargo, parece que no ha sido suficiente debido la gran cantidad de chavos que realizan esta actividad. También hay muchos jóvenes que por falta de conocimiento rayan las paredes sin ningún sentido. Esto le da aun una peor imagen a los demás graffiteros, quienes pretenden hacer arte.
Fue principalmente en la ciudad de Tijuana donde se presentaron las primeras manifestaciones del graffiti en nuestro país, ya que por su condición fronteriza con Estados Unidos existe un constante flujo de personas e información, donde se da un intercambio cultural entre los migrantes procedentes del centro del país, con los mexicanos residentes en el otro lado de la frontera, siendo los “cholos” quienes llegaron a hacer suya esta forma de expresión, influenciados también por los muralistas chicanos.
Pero fue en Guadalajara donde más tarde se desarrolló con mayor intensidad, al grado de formar la old school (vieja escuela de graffiteros) y en donde se empezaron a figurar los primeros estilos de firmas o tags, lo mismo que dibujos. Otro lugar hacia donde se extendió esta forma de expresión de los jóvenes fue la ciudad de Aguascalientes, que, aunque no es una metrópoli tan importante, se caracteriza porque su población es de las más fluctuantes, al figurar como el séptimo estado expulsor de mano de obra que emigra hacia el país vecino del norte.
En la ciudad de México el graffiti llegó a insertarse en los barrios marginales y periféricos de la capital, hacia donde el proceso de urbanización y de crisis económica de mediados de los años setenta y principios de los ochenta del siglo XX empujó a una enorme cantidad de población a emigrar, procedente de diversos estados del interior de la República, dando forma a las hoy conocidas como zonas conurbadas. El cambio cultural por el que pasaron lo migrantes, aunado a las condiciones de marginalidad social, fue marcando los tiempos y espacios en donde los "chavos banda" ocuparon un lugar importante en las formas de expresión graffitera.
Precisamente con la conformación de bandas juveniles se dio una primera oleada de graffiteros, algunos de los cuales llegaron a aprender esta forma de expresión plástica en la frontera, cuyos conocimientos hicieron extensivos a los demás integrantes de sus respectivos grupos. El estilo de graffiti que llegaron a desarrollar estos colectivos marginales era más de carácter territorial, al delimitar su accionar a un espacio urbano específico, de acuerdo con la circunscripción o barrio, lo que a su vez implicaba una apropiación del mismo. Con ello se asumía el compromiso moral de no pintar o graffitear otro barrio al que perteneciera otro grupo o crew, porque hacerlo significaba asumir una actitud invasora y de provocación.
Los graffiteros o crews tuvieron así su origen en los chavos banda de las colonias marginales de la ciudad de México, de quienes fueron marcando cierta distancia, social y cultural. La práctica del graffiti de los grupos mexicanos en poco se distingue de la iniciada por sus antecesores neoyorquinos, en donde el uso irrestricto de la “lata” de pintura en aerosol se ha trocado en instrumento básico, lo mismo que los stickers o marcadores. La forma crew de organización ha sido retomada, lo mismo que los estilos de graffitear: el tag, la bomb, las master pieces o pinturas murales, etcétera. A diferencia de las bandas, entre los graffiteros mexicanos no existe una disputa o delimitación de territorio de manera marcada; la mayoría de las veces, los espacios y las obras son respetados, siguiendo la tradición crew señalada en párrafos anteriores.
La ciudad de Nezahualcóyotl o Neza, como popularmente se le llama, se ha convertido en la región urbana de mayor presencia y tradición graffitera, sea ésta anónima o pública. Miguel Ángel Rodríguez, mejor conocido como Lupus, encabeza a un importante grupo que allí actúa y que fusiona y ensambla el graffiti con la tradición muralística del barrio. El grupo tiene por nombre Neza Arte Nel y en él participan jóvenes artistas plásticos y graffiteros de los barrios más pobres de esa amplia zona urbana.
Neza Arte Nel es pionero en la intervención de edificios públicos, que han sido decorados con graffitis en forma de tag y de imágenes, entre los que están el Palacio Municipal de Nezahualcóyotl y la Fábrica de Artes y Oficios (FARO) de Oriente. El colectivo realizó además una amplia pinta de veinte kilómetros de largo sobre los muros exteriores de las vías que corresponden a línea A del Metro, que va de Pantitlán a los Reyes La Paz. Importa señalar que muchas de las acciones graffiteras como las anteriormente señaladas han sido llevadas a cabo mediante amparo legal o permiso público, en la medida que han sido promovidas o permitidas por las autoridades locales para su realización. Esta forma de trabajo ha sacado del anonimato a muchos graffiteros, que sin embargo han dejado de ser reconocidos por los grupos que aún se mantienen y actúan bajo los principios del anonimato, la ilegalidad y la acción trasgresora.
Pero fue en Guadalajara donde más tarde se desarrolló con mayor intensidad, al grado de formar la old school (vieja escuela de graffiteros) y en donde se empezaron a figurar los primeros estilos de firmas o tags, lo mismo que dibujos. Otro lugar hacia donde se extendió esta forma de expresión de los jóvenes fue la ciudad de Aguascalientes, que, aunque no es una metrópoli tan importante, se caracteriza porque su población es de las más fluctuantes, al figurar como el séptimo estado expulsor de mano de obra que emigra hacia el país vecino del norte.
En la ciudad de México el graffiti llegó a insertarse en los barrios marginales y periféricos de la capital, hacia donde el proceso de urbanización y de crisis económica de mediados de los años setenta y principios de los ochenta del siglo XX empujó a una enorme cantidad de población a emigrar, procedente de diversos estados del interior de la República, dando forma a las hoy conocidas como zonas conurbadas. El cambio cultural por el que pasaron lo migrantes, aunado a las condiciones de marginalidad social, fue marcando los tiempos y espacios en donde los "chavos banda" ocuparon un lugar importante en las formas de expresión graffitera.
Precisamente con la conformación de bandas juveniles se dio una primera oleada de graffiteros, algunos de los cuales llegaron a aprender esta forma de expresión plástica en la frontera, cuyos conocimientos hicieron extensivos a los demás integrantes de sus respectivos grupos. El estilo de graffiti que llegaron a desarrollar estos colectivos marginales era más de carácter territorial, al delimitar su accionar a un espacio urbano específico, de acuerdo con la circunscripción o barrio, lo que a su vez implicaba una apropiación del mismo. Con ello se asumía el compromiso moral de no pintar o graffitear otro barrio al que perteneciera otro grupo o crew, porque hacerlo significaba asumir una actitud invasora y de provocación.
Los graffiteros o crews tuvieron así su origen en los chavos banda de las colonias marginales de la ciudad de México, de quienes fueron marcando cierta distancia, social y cultural. La práctica del graffiti de los grupos mexicanos en poco se distingue de la iniciada por sus antecesores neoyorquinos, en donde el uso irrestricto de la “lata” de pintura en aerosol se ha trocado en instrumento básico, lo mismo que los stickers o marcadores. La forma crew de organización ha sido retomada, lo mismo que los estilos de graffitear: el tag, la bomb, las master pieces o pinturas murales, etcétera. A diferencia de las bandas, entre los graffiteros mexicanos no existe una disputa o delimitación de territorio de manera marcada; la mayoría de las veces, los espacios y las obras son respetados, siguiendo la tradición crew señalada en párrafos anteriores.
La ciudad de Nezahualcóyotl o Neza, como popularmente se le llama, se ha convertido en la región urbana de mayor presencia y tradición graffitera, sea ésta anónima o pública. Miguel Ángel Rodríguez, mejor conocido como Lupus, encabeza a un importante grupo que allí actúa y que fusiona y ensambla el graffiti con la tradición muralística del barrio. El grupo tiene por nombre Neza Arte Nel y en él participan jóvenes artistas plásticos y graffiteros de los barrios más pobres de esa amplia zona urbana.
Neza Arte Nel es pionero en la intervención de edificios públicos, que han sido decorados con graffitis en forma de tag y de imágenes, entre los que están el Palacio Municipal de Nezahualcóyotl y la Fábrica de Artes y Oficios (FARO) de Oriente. El colectivo realizó además una amplia pinta de veinte kilómetros de largo sobre los muros exteriores de las vías que corresponden a línea A del Metro, que va de Pantitlán a los Reyes La Paz. Importa señalar que muchas de las acciones graffiteras como las anteriormente señaladas han sido llevadas a cabo mediante amparo legal o permiso público, en la medida que han sido promovidas o permitidas por las autoridades locales para su realización. Esta forma de trabajo ha sacado del anonimato a muchos graffiteros, que sin embargo han dejado de ser reconocidos por los grupos que aún se mantienen y actúan bajo los principios del anonimato, la ilegalidad y la acción trasgresora.
AÑADO MIS GRAFFITIS FAVORITOS :::
OBSERVEN EL VOLUMEN, LA CALIDAD DEL GRAFFITI, EL IMPACTO VISUAL QUE TIENE, EL MANEJO DE LA TÉCNICA Y EL COLOR ...
"EL COYOTE" 2008
SIN TITULO 2008
Bibliografia:http://discursovisual.cenart.gob.mx
Que tal IVÁNNE, antes que nada te mando un saludo y te felicito por tu interés en el graffiti, y las reflexiones que haces de este, y agradecerte por ponernos como antecedente importante dentro del garffiti en México, y de Neza... Soy Ozcar Rivera del colectivo neomuralista Neza Arte Nel, y ya que me encontré este espacio por una alerta de google, aprovecho para decirte, acerca de tu crónica con respecto a nosotros , que Lupus no encabeza ni es líder del colectivo, Ciertamente han pasado diferentes chavos y chavas en nuestro grupo, pero los que somos fundamentalmente los iniciadores del colectivo somos yo (Ozcar) Nitro (Martin Cuaya) y Lupus…. De ahí es donde radica el aguante y el reconocimiento del colectivo... (No tememos lideres ni jefes, somos producto de nuestras propias ideas en colectivo y de nuestra capacidad de crear imágenes) Ahí radica el éxito que hemos tenido y el aguante para soportar ya casi diez años activos.... Nuevamente te felicito, y espero que se sigan sumando mas compañeros al movimiento pensante y reflexivo de la imagen y el dialogo con las paredes.
ResponderEliminarOzcar Rivera
Colectivo neomuralista Neza Arte Nel
México-Neza.
Me alegra de sobremanera que tu blog este siendo visitado y sea un foro de debate, mira hasta de los propios realizadores. Espero te motive para seguir experimetando y no dejar a un lado la mirada crítica y la palabra.
ResponderEliminarsaludos la MIss
agradezco sus observaciones y comentarios y harè las correcciones necesarias del contenido de mi blog, me halaga que los propios fundares del colectivo me escriban y espero se de la oportunidad que me invitaran algun dia para conocer su trabajo...! y de nuevo gracias por lo escrito!!!!!
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